jueves, 15 de octubre de 2009

Reflexión

"El nivel educativo de los padres es clave para determinar el éxito escolar de los hijos", título del artículo propuesto en clase para la reflexión en la sesión pasada. El debate fue múltiple y complejo, con experiencias personales que no coincidían demasiado con la realidad que se expresa en el papel. Y es que, de forma general, muchos de mis compañeros, y donde yo me incluyo, sus padres no tienen estudios superiores y sin embargo nosotros nos encontramos en la universidad.

Yo me voy a mojar y dar mi opinión dejando a un lado las experiencias personales y familiares...
Considero que es positivo para un alumno que sus padres tengan cierto nivel educativo pues podrá preguntarles y hablar con ellos con más propiedad sobre los estudios y quizás se encuentren más incetivados para continuarlos, pero tampoco lo considero como la causa mayor. Otra causa puede ser las ganas y motivaciones personales para seguir, así como las expectativas de futuro profesional. Dentro de la causa mayor sitúo lo económico, las posibilidades de cada familia para que sus hijos continúen sus estudios. Sé, que existen becas de "ayuda" para los estudiantes pero realmente todos sabemos que no siempre da para todos los gastos que tiene un estudiante. Es ahora cuando se me viene a la cabeza la pregunta que David, profesor de Educación de Personas Adultas, planteaba el año pasado en clase, "¿Cuánto cuesta que ocupemos cada día una plaza en la universidad?", ante tal pregunta la respuesta fue unos 6.000 euros por estudiante a lo que, aquellas personas que vienen de fuera, le tienen que sumar otros 6.000. Sí, un millón de las antiguas pesetas es lo que de media se suele gastar un estudiante. Por eso englobo la economía de las familias para la continuidad de los hijos en los estudios. Y después hablamos de universidades públicas... porque si hablásemos de las privadas... mejor no.
Quiero cerrar esta opinión con la siguiente pregunta: ¿Tienen todas las personas las mismas oportunidades para la continuación de sus estudios?

Irene

2 comentarios:

  1. Bien Irene. Pero sigues planteando el debate desde tu perspectiva y sin datos contrastados. En la actualidad, todo el que quiere puede estudiar (no sólo hay becas, también se puede cutre-trabajar y a eso sumar la "ayuda de los padres"), lo importante es la motivación y el interés en hacerlo. Que es precisamente donde interviene el papel de la familia como "motor" de los intereses y expectativas de sus hijos. Lo normal es que si tus padres han estudiado y ello les ha permitido vivir mejor (no hablo sólo de la economía) es que te animen a ello. Pero también hay padres y madres que quieren "algo mejor" para sus hijos y por eso les animan a estudiar, hayan podido estudiar ellos o no. Es cierto que la coyuntura económica y social no permitió a todos nuestros padres el poder estudiar. Y ello condicionó su nivel de aspiraciones y experiencias, para sí mismos y para su familia. Y parece ser, por los estudios no sólo de Caixa Catalunya, que esto es lo que más peso tiene en el éxito o fracaso académico de las personas; lo que su familia le anima a hacer, teniendo en cuenta que esto está condicionado, a su vez, por el nivel educativo de la misma. Y en el terreno de las anécdotas personales puedo citarte un caso de una estudiante de la UPO a la que le prohibieron estudiar, venía a clase en secreto. No se si puedes ponerte en su lugar, no es que no la animasen a estudiar, es que se lo prohibieron. Con lo que eso conlleva a todos los niveles (el económico para empezar). Y todavía sigue estudiando. Para seguir con la anécdota su familia no tenía estudios y consideraba que lo mejor que ella podía hacer era trabajar y buscarse marido para "salir adelante". ¡Vaya ladrillo que he largado!. Por cierto en respuesta a tu pregunta, no, no todos tenemos las mismas oportunidades de continuar con los estudios. ¿Y entonces?. Jose

    ResponderEliminar
  2. Eso es lo mismo que me planteo yo, ¿y entonces qué?. Soy consciente de que no todas las personas tienen las mismas oportunidades para estudiar y ¿estaríamos hablando de exclusión?. La verdad es que ahora mismo no se cuál sería la mejor alternativa a ese "no" que compartimos acerca de las oportunidades, pero quizás algún día lo encuentre y se convierta en ¡un gran proyecto de intervención!, quién sabe... Gran duda que me asalta y me ha estado rondando y me rondará por la cabeza.

    ResponderEliminar