miércoles, 5 de mayo de 2010

Seminario V

Quinto y creo que último seminario de la asignatura. Parecen terminar los seminarios con mejor sabor de boca que con el que lo empezamos. Un ámbito y un colectivo desconocido para mí, y llamativo al mismo tiempo, ha sido el que se nos ha expuesto en este caso. A manos de una compañera nuestra de cuarto de la conjunta se nos acercó la figura del Educador Social y el Trabajo Social en el Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre en la provincia de Málaga.

Existen, como profesionales, más educadores que trabajadores dentro del centro penitenciario, pero antes de hablar de cuantías creo que es conveniente hacer mención al acceso a estos puestos de trabajo. Para trabajar como trabajador social hay que realizar unas oposiciones específicas para tal, pero ¿para entrar como educador social? Pues realizas una oposiciones para funcionario de prisiones y con mucha suerte cuando entres como vigilante podrás ir ascendiendo hasta adquirir un puesto como educador, que actualmente están ocupados por todo tipo de perfiles profesionales menos por educadores sociales titulados, sin embargo, sus contratos son bastante claros: EDUCADORES SOCIALES. Y encima de todo esto, uno de los problemas que plantean los "educadores sociales" del centro penitenciario de Alhaurín es que existe una falta de reconocimiento de su profesión, ¿qué falta de reconocimiento si no son educadores sociales? (sin comentarios).

Haciendo referencia a las funciones de ambas profesiones podemos decir que se asemejan en algunos aspectos pero en otros no. El educador tiene un contacto más directo con el recluso, realiza una orientación y de ellos depende su clasificación de los presos cuando ingresan en prisión. Mientras tanto, los trabajadores sociales, en mayor medida, realizan tramitaciones de gestiones, facilitan información y establecen contacto con las familias. Esto último creo que es un aspecto primordial para una buena intervención y sobre todo para conseguir la reinsercción de los reclusos. ¿Cómo puede reinsertarse una persona que ha estado aislada del mundo durante X tiempo y cuando sale vuelve a instalarse en el mismo contexto familiar y social que vivía? Es complicado y en la mayoría de las veces no se consigue pues comentaba la ponente que el 70% de los reclusos volvían a delinquir cuando salían de la cárcel. El trabajo con la familia ha de ser unos de los objetivo primordiales, se ha de preparar a la familia para la reintegración del familiar preso, se ha de trabajar con ellos al mismo tiempo que se trabaja con el interno.

Pero ante esto encuentro un problema, la ratio que cubren estos profesionales en atención a los reclusos es superior a la que se establece por ley, y es quizás por ello por lo que no pueden dedicarse a cubrir otros aspectos, como la familia de los presos del centro penitenciario. Así mismo cuentan con una gran falta de espacio para el desarrollo de las actividades y, en ocasiones, falta de motivación del interno, a lo que hay que sumar el factor del alto índice de analfabetismo.

Dejando a un lado lo expuesto por la compañera, paso a opinar sobre un debate que se originó en la clase sobre la figura del educador social en las prisiones. Esta figura profesional es aún joven por lo que puede ser que sus puestos de trabajo estén siendo ocupados por otros profesionales de diversos sectores, no pongo en duda su capacidad ni su modo de hacer, pero lo que a mí no se me ocurriría en la vida es hacer un plano para una casa, pues mi trabajo y competencias no son esas, mientras que en las prisiones nos encontramos a arquitectos como "educadores sociales". Todo esto se resume de manera muy breve: de lo social, todo el mundo sabe y opina e incluso más que los propios profesionales del ámbito. Parece raro pero es cierto. Lo mismo ocurre con la educación.

Sin más quisiera terminar la entrada dando las gracias a la compañera Silvia por compartir con nosotros su trabajo realizado y por mostrarnos una realidad y un colectivo que hasta ahora desconocía.

Irene

1 comentario:

  1. Es muy gratificante ver que los seminarios proporcionan espacios de reflexión y aprendizaje sobre el papel de la Educación Social.

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