viernes, 9 de abril de 2010

Sesión XVI

La sesión del martes pasado estaba planeada de una manera que terminó troncándose en otra diferente. En un principio estaba planteado que expusiera nuestro grupo con el tema de inmigrantes pero por cuestiones repentinas y desagradables se hizo la clase conjunta. Después de cierto debate, se optó por que un grupo, de los dos que les tocaba exponer, expusiera y el otro, expusiera la semana próxima. Sin más opción, el grupo del M1 cogió el turno. Expusieron "Telemayor", una presentación tipo telediario que nos fue adentrando en el mundo de las personas mayores.

Lo que más me llama la atención de este colectivo... LA SOLEDAD. La soledad que acompaña a una persona durante estos años creo que es el peor sentimiento que pueden experimentar. Saber que durante una vida lo has dado todo por tus hijos, familiares y demás, y ahora te encuentras solo. Todos necesitamos o deseamos en determinados momentos la soledad, pero no creo que la deseemos durante tanto tiempo. Se me vienen a la cabeza matrimonios, matrimonios mayores en los que uno de los dos muere y el otro no. No cuentan con hijos, no cuentan con hermanos, no cuentan con nietos... "están muy ocupados". Este sentimiento y situación viene acompañado de depresiones o trastornos psicológicos que hacen que la persona se hunda en el mundo de su casa. Sin embargo, es en aspectos como los que cuento, donde la figura del educador tiene mucho que hacer. Tiene que hacer ver que a esta edad todavía queda mucho por hacer, por ver y sobre todo que aportar. Tiene que hacerlos sentir útiles participando en programas y actividades que les den vida y que ellos transmitan esa vida a los que les rodean.

El Censo en España se realiza cada 10 años, y si nos vamos a datos del último que se realizó, comprobamos que en 2001, casi 1.400.000 personas mayores vivían solas siendo en su mayoría mujeres. Lo que me preocupa y, es una realidad, es que este número actualmente es mucho mayor. (fuente http://cajamadrid.cronicasocial.com/anteriores/pg041213/nacional/

terceraedad/terceraedad2.htm)

Dentro de la exposición eché en falta un contenido más profundo sobre la intervención de la figura del educador con este colectivo. Las funciones del educador que compartieron con nosotros... poco nos saco de la incertidumbre.

Otro aspecto a destacar son las expresiones que utilizamos para referirnos a las personas mayores. Solemos utilizar viejo o abuelo, para referirnos a toda persona mayor que se preste. Se utilizará de manera peyorativa o no, quizás todo dependa del tono, pero lo que sí es cierto es que se está intentando cambiar algunas de las expresiones para referirse a este colectivo.

Por otra parte, es interesante destacar que es un colectivo que cuenta con bastantes recursos, aunque tengamos que diferir entre las personas mayores de pueblo y ciudad. Es aquí donde podemos hablar de las políticas sociales. Las que reciben este colectivo, difícilmente se verán recortadas, pues como hemos estudiado en la asignatura de Política Social, los partidos políticos se pueden ver presionados en las urnas. La exposición sirvió para darnos unas pinceladas de algunos, no muchos, de los recursos, servicios y prestaciones con los que cuentan las personas mayores.

Una cosa que quiero dejar claro es la finalidad de la Ley de la Dependencia. Parece que dicha ley se ha creado con la finalidad de atender sólo a personas mayores, y la realidad no es así. Sí es cierto que el mayor número de personas que acceden son mayores de 65 años, pero esta prestación, burocrática y lenta, también está abierta a toda persona con discapacitada o que no pueda realizar las actividades de la vida diaria.

Creo que aún queda alguna exposición más de intervención educativa de personas mayores, en la cual seguiré reflexionando.

Irene



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