miércoles, 5 de mayo de 2010

Sesión XIX

La sesión de esta semana albergaba dos exposiciones muy dispares: intervención educativa con el colectivo gitano y el autismo. Empezaré comentando la primera de ellas.

La intervención con el colectivo gitano es poco conocido para mí, y es por ello que esta exposición me resultó bastante interesante, empezando por el significado de la bandera que lo representa hasta la intervención del educador social con este colectivo. Lo que sí he de señalar, y es un hecho objetivo, es que España es el país con más población gitana de la Unión Europea y concretamente Sevilla cuenta con un 3% de su población total, albergándose en su inmensa mayoría en el estereotipado Polígono Sur. Este colectivo cuenta con unos valores muy arraigados donde quizás encontremos más diferencias con la población paya. La familia es el núcleo central de sus relaciones, donde el papel de los mayores es respetado y sobre todo muy valorado y los niños son muy protegidos por parte del resto de los familiares, la solidaridad entre ellos también esta muy presente, la idea del vivir el presente y la importancia de la virginidad y las relaciones de pareja son algunos de los valores que imperan dentro del colectivo gitano. En mayor medida el respeto de los mayores y el valor que se le da dentro del colectivo gitano es algo que echo de menos en la población paya. La idea de ingresar a sus mayores en una residencia de ancianos es un hecho que no se le pasa ni por la cabeza al colectivo gitano mientras que los payos estamos dejando de lado a las personas de la tercera edad y ponemos mil y una escusa para evitar sus cuidados.

Actualmente, es un colectivo expuesto a discriminación racial, a pesar de no ser considerado como una raza pues se denomina etnia. Aún nos encontramos personas mayores, y no tan mayores, que se refieren a los gitanos como otra raza y lo que no conocen es que no existe más raza que la humana. Reciben además otros estereotipos como flojos, pobres y vagos, lo que provoca el encasillamiento del que hablábamos en clase. Los gitanos nacen con ese estigma y con todas las dificultades que ello supone, encontrándose discriminación sobre todo a la hora de buscar trabajo, y es por ello que en su inmensa mayoría se encuentra trabajando en la conocida y denominada como economía sumergida.

Haciendo referencia al encasillamiento, que mencionaba más arriba, tengo que hablar del contexto. El contexto en el que viven la mayoría de los gitanos se pueden denominar como Zonas de Transformación Social y esta denominación no ayuda a evitar la discriminación y xenofobia a la que está expuesto el colectivo gitano. El contexto supone un riesgo.

Por otra parte, en torno al Educador Social, me llamó la atención que ha sido, hasta el momento, el grupo que ha encontrado este figura trabajando y ha podido conocer de primera mano las funciones y competencias de estos profesionales. Desde aquí quiero darles la enhorabuena. Compartieron con nosotros que en la mayoría de los casos esta figura se encuentra en el tercer sector, contratadas como monitores, por lo menos disponen de horario flexible, pero con el inconveniente de que sus sueldos son bajos, no respetandase el convenio. Pero lo que sí existe y esto es muy positivo es el trabajo interdisciplinar y una coordinación con las diferentes instituciones y entidades.

Creo que acercaron bastante bien la realidad que se han encontrado en la realización de su trabajo apoyándose además en documentos que fueron repartiendo por la clase.

Ahora le toca el turno al grupo que expuso los trastornos de espectro autista (TEA). Desde una perspectiva de la educación nos fueron acercando a las características de este colectivo. Para una buena intervención debemos de tener en cuenta que este colectivo no es homogéneo, cada individuo tiene sus particularidad y sobre todo diferentes grados de autismo. Debe existir una buena coordinación entre padres y profesionales que intervienen con ellos, partiendo siempre del aprendizaje que ya poseen ellos y evitando los errores en el desarrollo del trabajo que se realice.

Los "Educadores Sociales" que trabajan con ellos son monitores cuya función se resume a acompañamiento, quizás a la existencia de otros profesionales como el maestro de educación especial, la figura del educador aún no está desarrollada. Pero desde mi punto de vista, creo que la intevención del educador dentro de este colectivo puede ser muy interesante, yéndose más allá de la mediación laboral de la que se hablaba en la exposición. Sin embargo, para intervenir con un colectivo con una características tan específicas y concretas, se necesitaría de una formación y especialización en el tema y en las formas más adecuadas de intervención. Eso sí, pienso que aún se sabe muy poco sobre este colectivo, tanto en su aspectos de origen de la enfermedad como en sus consecuencias psicológicas y sociales, es un colectivo complejo con individuos complejos y con una familia que quiere llegar a comprender esa complejidad.

Quiero compartir este vídeo sobre el autismo, en el que se van haciendo pequeñas preguntas y respuestas, algunas de ellas hacen reflexionar:


Irene

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